Como todos los seres que habitamos este planeta, somos energía y tenemos la capacidad de producirla. Y de esta forma, estamos rodeados, a su vez, de otras energías.
Podemos sentir la energía que somos y aquella que nos rodea tanto física como espiritualmente. Al cerrar nuestros ojos y concentrarnos en oración, meditar un momento para nosotros mismo, abrazar a nuestros seres amados o escuchar a la naturaleza.
Nuestra energía es vibración que debe ser alimentada con cuidados especiales y llenos de amor. Nuestro objetivo debe ser mantener la vibración de nuestra energía elevada, procurando siempre estar bien.
Cuando estamos decaídos, aburridos, pesimistas, llenos de pensamientos negativos y sin metas, nuestra vibración energética baja y comenzamos a atraer situaciones negativas para nuestras vidas. Esto, porque la energía que ofrecemos al mundo es la energía que el mundo nos devuelve.
Así es como mantener una buena energía para recibirla por igual está en nuestras manos. De hecho, elevar nuestra vibración energética no es difícil, solo requiere unas cuantas acciones de nuestra parte.
Para elevar nuestra vibración energética y, así, poder enviar y recibir buena energía debemos procurar hacer las cosas que disfrutamos y disfrutar de las cosas que hacemos.
Medita, por lo menos, cinco minutos diarios, escucha la música que te gusta, haz actividad física mínimo tres veces a la semana, come alimentos que te guste, te nutran y te sean placenteros.
Rodéate de personas que te agraden o que ames, sana tu corazón perdonando a las personas que de alguna forma te han lastimado, aunque ellas no sean conscientes de lo que han hecho; pero especialmente, perdónate a ti mismo.
Agradece siempre en cada momento, duerme bien, haz actividades que te relajen y ¡baila, aunque sea solo!
Nunca te sientas superior ni inferior a nadie, todos merecemos respeto. Además, recuerda que cada uno de nosotros nos encontramos viviendo nuestras propias experiencias y aprendiendo de este paso por la vida.
Somos lo que hacemos, pensamos y sentimos. Por eso, busca hacer todas las actividades que te hagan sentir bien, te generen pensamientos positivos y te ayuden a ser optimista. Así elevarás la vibración de tu energía.
Produce, conserva, mantiene e irradia energía positiva. No hay fórmulas mágicas, la luz está dentro de ti.